Evanescente
el vuelo de tu sueño
se agita breve,
ligero,
sereno;
segundo a segundo
sin afán,
sin premura,
etéreo el viento se lleva tu desvelo,
se cierran tus ojos con dulzura
y te abandonas confiada al mundo
mientras mis ojos velan tu ensueño.
No hay inspiración más dulce en cada noche
que tus ojos cerrados,
tu tibio aliento,
y el vaivén suave de tu pecho.
¿Y yo?
cómplice mudo en la penumbra
extasiado contemplo tu belleza.
Texto: Darío
Fotografía: Darío
1 comentario:
Me gusta ver a la gente que amo asi, dormidos, traqnuilos, respirando lento, relajada la expresion... transmite una paz muy profunda.
Sigue disfrutando de esos bellos intantes.
un abrazo, hasta pronto
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